Gran novedad. Almudena Grandes aparca un rato los años de Dictadura, miseria y hambre, para publicar un libro moderno y actual sobre Crisis, miseria y hambre. Tanto es así, tan 2015 le ha quedado la novela, que la Guerra Civil esta vez tarda tres páginas en aparecer. Lo hace en el prólogo (lo mejor del libro) donde nos explica el título de Los besos en el pan: antes había tan poco que, cuando a un niño se le caía un mendrugo al suelo, era obligatorio besarlo en señal de agradecimiento y respeto por aquellos tiempos en los que el bien escaseaba tanto.
Y hasta aquí lo más interesante de Los besos en el pan.
Dice Almudena que los españoles antes éramos más estoicos, menos quejicas:
“Si nuestros abuelos nos vieran, se morirían primero de risa, después de pena. Porque para ellos esto no sería una crisis, sino un leve contratiempo”.
Y bajo esta premisa la autora nos presenta 300 páginas de pastiche de sucesos de periódico (sección Sociedad), dramas marca Toñi Moreno y, en general, un acopio de historias de ruina repentina en gentes de clase media-baja; un catálogo de recortes que trata de cubrir el mayor número de flancos posibles (el desahuciado, el ERE, el contrato basura, etc).
Demasiados personajes anodinos de nombres anodinos (Pepe Martínez, Sebastian Alonso) y una decena de tramas argumentales de desenlace previsible y desarrollo tedioso: dada la imposibilidad de contar (o, al menos, de contarlo bonito) tanto en tan poco, la autora opta por hacer desfilar historias que, más que literatura, persiguen autoayuda:
–¿Ves, querida lectora?, no eres la única que lo está pasando mal.
O, mejor todavía:
–¿Ves, querida lectora?, no estás tan mal. Hay gente que está peor que tú.
Tanto por lo que se cuenta por el cómo se cuenta (con ese lenguaje tan de andar por casa repleto de frases hechas y expresiones coloquiales), la razón de ser de este libro se limita a la búsqueda de cierta empatía con el lector para que este se sienta reconfortantemente furioso con el mundo que le ha tocado soportar. El libro, más que descubrir, confirma. Por el camino, Los besos en el pan pasará a figurar en alguna que otra lista de novelas para entender la crisis y, de paso, el próximo lanzamiento de Amudena Grandes sobre la Guerra Civil ya tendrá el eslogan justificado:
“¡Almudena Grandes VUELVE a escribir sobre la Guerra Civil!”
Resumen: no se pueden meter 15 tramas de vida precaria en 300 páginas y que el resultado no parezca un panfleto de Podemos. Libro sencillo y sin demasiado riesgo, ni para el autor ni para el lector. Lo disfrutarán aquellos que no sean muy dados a la lectura o bien aquellos que necesiten hacerse una idea rápida de lo que ha pasado en España en los últimos seis años.
Los besos en el pan: En la orilla, pero a lo fácil.
Almudena Grandes, Los besos en el pan
Tusquets, Barcelona 2015
327 páginas | 19 Euros